Te cuento los pasos a seguir para que la rehabilitación tras una lesión sea exitosa y puedas volver a entrenar con las máximas garantías y seguridad.
ENTRENAR SIN DOLOR
Cuando tienes una tendinopatía, proceso de inflamación o cualquier lesión que esté limitando tu entrenamiento, la clave principal es trabajar en rangos de movimiento en los que no sientas dolor. Esto es importante para que el Sistema Nervioso Central (SNC) sea nuestro aliado en la rehabilitación y nos permita continuar entrenando.
Realiza el movimiento en rangos de movimiento que no te duelan y, sobre todo, que después, cuando te hayas enfriado tras el entrenamiento, tampoco te duela.
Y es que, si entrenamos con dolor, nuestro SNC activará mecanismos de protección y defensa, y comenzamos a modificar la mecánica de movimiento.
Así que entrenar sin dolor, por absurdo que te parezca, es fundamental para recuperarnos.
CREAR TENSIÓN O ESTRÉS PROGRESIVO
¿Cómo conseguimos esta progresión? Variando la amplitud de movimiento, variando la velocidad y variando la carga del ejercicio.
Tras una lesión, recomiendo comenzar con el rango de movimiento reducido, con un tempo muy controlado para asegurar la máxima estabilidad y control motor y una carga de peso muy ligera. Podremos ir aumentando estos puntos siempre que se cumpla el punto Nº 1: entrenar sin dolor.
Aumentar el estrés de la articulación o zona musculoesquelética lesionada nos permitirá ir creando adaptaciones, pero si no regulamos el estrés al que lo sometemos, puede ser perjudicial. Por eso la clave está en mantener una progresión muy lenta, pero segura.
CÉNTRATE EN LA RECUPERACIÓN
Olvídate ahora de tus RMs, de tu frecuencia de entrenamiento y de los objetivos que tenías justo antes de la lesión. Ahora es importante que escuches tu cuerpo, que le des tiempo suficiente para recuperar correctamente, y que le dediques tiempo exclusivo a esta recuperación (utilizando Compex, pistola de masaje, masaje manual, duchas frías, revisando la alimentación, descanso de calidad, etc.).
Y, como siempre te digo: realiza siempre repeticiones válidas. Esto es fundamental para volver a enseñar a nuestra zona dañada cómo ha de moverse, necesitamos reeducarlo.
¿Aplicas estos pasos cuando te has lesionado? ¿Qué tal te han ido? Cuéntame tu experiencia en los comentarios del video, ¡me encantará leerte! 😉